Todos los momentos que viví 
todas las canchas donde te seguí 
aprendí a llevarte en el alma
Boca Jrs de mi vida, vos me hiciste muy feliz...........
viernes, 23 de septiembre de 2011
Boca y sus claves para ser líder con autoridad
Sacó cuatro puntos de ventaja en ocho fechas. En La Bombonera volvió a hacerse fuerte y parece un equipo imbatible si se pone en ventaja. Tiene en Riquelme al mejor jugador del torneo y se encamina a ganar el torneo de punta a punta 

Crédito foto: Telam
Quizás no guste, no sea llamativo y no tenga ese brillo que tienen los grandes equipos, pero con un Juan Román Riquelme con todas las luces, una defensa compacta y delanteros que son los primeros soldados a la hora de defender, a pesar de no poder ratificar sus esfuerzos en la red, Boca encamina su rumbo hacia el título. Sacó cuatro puntos de diferencia en ocho fechas y da la sensación de ser un equipo imbatible cuando se pone en ventaja.
La gran clave es esa, la presencia de un Riquelme en todo su esplendor. El enganche es amo y señor del equipo, juega y hace jugar. Es el técnico de Boca dentro de la cancha, porque marca el ritmo, no sólo del equipo, sino también de la pelota. Román es el termómetro por naturaleza, pero esta vez, su mercurio está en el punto más elevado para agitar la temperatura de sus compañeros.
Pero esa piedra basal tiene un apoyo constante. En Agustín Orión logró una seguridad que hace mucho tiempo no tenía, quizás, desde la época del mejor Roberto Abbondanzieri. En la defensa, ocurre lo mismo. Ganó solvencia con Rolando Schiavi, quien con su experiencia elevó el nivel de Juan Manuel Insaurralde y Matías Caruzzo (cuando le tocó jugar). Lo de Facundo Roncanglia sorprende gratamente yClemente Rodríguez pasa por un gran momento. Desde lo físico y futbolístico, el lateral vive un presente brillante.
En la mitad de cancha se sitúan los soldados de Riquelme. Mucho roce y presencia con Diego Rivero y Leandro Somoza y un socio que comenzó a rendirle frutos a Román. Se trata de Walter Erviti, que con la confianza de Falcioni y una mejor adaptación, clonó el fútbol que mostraba en Banfield, ahora con la camiseta de Boca.
Si bien arriba le falta contundencia para liquidar los partidos que tiene encaminados (como contra Independiente y Estudiantes), Lucas Viatri, Pablo Mouche y Darío Cvitanich suplen goles con esfuerzo constante. Son la primera defensa de un equipo que se muestra compacto en todas sus líneas y que, si golpea primero, parece muy complicado dárselo vuelta.
Sin fisuras, con mucha intensidad física y un engranaje que hasta ahora funciona a la perfección (salvo en algunos lapsos del torneo donde le costó más de la cuenta), este Boca, de la mano de un Riquelme refulgente, se encamina a quedarse con un torneo que por ahora, salvo Racing, no mostró otro pretendiente a la corona. Boca volvió a ser Boca, a hacerse fuerte en La Bombonera y a demostrar que para ganarle habrá que esforzarse el doble. Falta mucho, pero este arranque, para “El Xeneize” no es poco.
La gran clave es esa, la presencia de un Riquelme en todo su esplendor. El enganche es amo y señor del equipo, juega y hace jugar. Es el técnico de Boca dentro de la cancha, porque marca el ritmo, no sólo del equipo, sino también de la pelota. Román es el termómetro por naturaleza, pero esta vez, su mercurio está en el punto más elevado para agitar la temperatura de sus compañeros.
Pero esa piedra basal tiene un apoyo constante. En Agustín Orión logró una seguridad que hace mucho tiempo no tenía, quizás, desde la época del mejor Roberto Abbondanzieri. En la defensa, ocurre lo mismo. Ganó solvencia con Rolando Schiavi, quien con su experiencia elevó el nivel de Juan Manuel Insaurralde y Matías Caruzzo (cuando le tocó jugar). Lo de Facundo Roncanglia sorprende gratamente yClemente Rodríguez pasa por un gran momento. Desde lo físico y futbolístico, el lateral vive un presente brillante.
En la mitad de cancha se sitúan los soldados de Riquelme. Mucho roce y presencia con Diego Rivero y Leandro Somoza y un socio que comenzó a rendirle frutos a Román. Se trata de Walter Erviti, que con la confianza de Falcioni y una mejor adaptación, clonó el fútbol que mostraba en Banfield, ahora con la camiseta de Boca.
Si bien arriba le falta contundencia para liquidar los partidos que tiene encaminados (como contra Independiente y Estudiantes), Lucas Viatri, Pablo Mouche y Darío Cvitanich suplen goles con esfuerzo constante. Son la primera defensa de un equipo que se muestra compacto en todas sus líneas y que, si golpea primero, parece muy complicado dárselo vuelta.
Sin fisuras, con mucha intensidad física y un engranaje que hasta ahora funciona a la perfección (salvo en algunos lapsos del torneo donde le costó más de la cuenta), este Boca, de la mano de un Riquelme refulgente, se encamina a quedarse con un torneo que por ahora, salvo Racing, no mostró otro pretendiente a la corona. Boca volvió a ser Boca, a hacerse fuerte en La Bombonera y a demostrar que para ganarle habrá que esforzarse el doble. Falta mucho, pero este arranque, para “El Xeneize” no es poco.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Lanus 1 - Boca 2 : los goles
Lanús 1 - Boca 2 - Torneo Apertura 2011 - Fecha 7 
martes, 6 de septiembre de 2011
Rey de Copas!!
Salen 5 hinchas del baile: el de BOCA le dice al del ROJO: Manejá q tenés unas copas menos. Mira al de RIBER y le dice: Manejá vos q tenés menos q nos. El de RIBER mira al de RACING y le dice: andá vos q hace rato no tocás 1 copa. Salta el de SAN LORENZO y dice: Deja, MANEJO YO.
jaja muy bueno.
 
jaja muy bueno.
lunes, 5 de septiembre de 2011
El Diablo Rolo
Schiavi puso la patita, Boca ganó 1-0 el clásico (pudo haber estirado la diferencia), se hace cada día más fuerte, sigue invicto y está segundo. Goza de la paternidad con Independiente y encima hundió a Mohamed.
Ver albun de fotos ole clic aqui
Y Boca va. Y va aún sin Riquelme. Y va en la cancha de 
Independiente. Y hunde a Mohamed. Y hunde al Rojo, viejo rival en cuanto
 a cantidad de copas internacionales. Y tira más abajo al equipo de 
Avellaneda, que ya no es papá como en viejos tiempos sino que sufre un 
59-66 en el historial. Va este equipo de Falcioni que justificó su 
triunfo en el segundo tiempo. Del gol de Schiavi en adelante, en el 
amanecer de ese complemento, jugó mejor y pudo haber hecho un par de 
goles más, lo que remarcaron todos los protagonistas después del 
triunfo.Boca sonríe y festeja los 15 partidos sin derrotas. Y sonríen sus hinchas. Y sonríe, sí, Falcioni, rescatando la unión del grupo y, en lo futbolístico, el equilibrio del equipo. Y en eso anda el técnico, formando un conjunto que crece de atrás hacia delante, que no se desespera, que tiene paciencia, que no brilla y que, en algún momento, alguno te va a meter. En este domingo de clásico, le dio un cachetazo a Independiente, que ya no vive de la Sudamericana ganada el año pasado y sufre. Fue ese derechazo ganador del Schiavi -capitán- el que le dio el triunfo y después pudo haber estirado la diferencia con Mouche, con Viatri, con Chávez... y terminó sufriendo un zapatazo de Tuzzio que tapó Orion en el final.
Mientras arde Avellaneda, Boca disfruta de este momento que lo tiene haciéndose cada día más sólido, luciendo poco pero mostrando una línea de juego y un compromiso de los jugadores con la causa, como nunca había pasado con Falcioni en el club. Ganó un clásico de ésos que valen y está a uno de Rafaela, el sorpresivo puntero de este torneo. Gozó en Avellaneda con el diablo... el Diablo Rolo.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)