Sebastián Battaglia, Juan Román Riquelme, la figura de la cancha, y Martín Palermo, autor de un gol insólito, convirtieron los tantos de Boca, mientras que Leandro Caruso hizo los dos de Vélez.
El partido se jugó en La Bombonera, que vivió con gran nerviosismo el encuentro, que fue dirigido de manera regular por Javier Collado.
Boca desplegó un 4-3-1-2 con Riquelme desde el inicio y el juvenil Gastón Sauro en lugar de Cáceres lesionado. En el mediocampo, ingresó Ariel Rosada por el chileno Gary Medel, mientras que en el ataque Nicolás Gaitán acompañó a Martín Palermo.
En Vélez, Gareca presentó un esquema similar contando desde el inicio con Maximiliano Moralez, que estaba en duda por una fatiga muscular.
En el mediocampo Razzotti reemplazó a Somoza y adelante Leandro Caruso ocupó el lugar de Cristaldo.
Vélez se puso en ventaja rápidamente cuando a los seis minutos, Leandro Caruso anticipó en el área y cabeceó, un centro de Cabrera desde la derecha, abajo al primer palo para poner arriba en el marcador al equipo de Liniers.
A los diez minutos Boca tuvo la primera chance mediante Riquelme, quien remató entrando al área, pero el tiro salió al medio y tapó bien Montoya desviando a un costado.
Vélez siguió insistiendo por la banda derecha y a los 21‹ Cabrera desbordó y tiró el centro para Moralez, que le ganó a los centrales y conectó desde el punto penal exigiendo a Abobondanzieri, quien controló en dos tiempos.
La respuesta de Boca llegó a los 23‹ con una pelota en profundidad para Riquelme en el área, lo desacomodaron con el brazo cuando iba a rematar y Collado dejó seguir lo que hubiera sido un penal a favor del Local.
El empate de Boca llegó a los 34‹ desde un tiro de esquina. Battaglia recibió el centro en el punto penal y sin marca y de palomita, fusiló a Montoya para darle la igualdad al equipo de Basile. En el segundo tiempo Vélez volvió a golpear en el inicio, esta vez fue a los dos minutos, y otra vez mediante Leandro Caruso, quien después de capturar un rebote en el área, el goleador remató de zurda y puso en ventaja nuevamente al equipo de Gareca en el arranque de la segunda etapa.
Vélez siguió atacando con profundidad y a los cuatro minutos tuvo una nueva chance clara que desperdició Rodrigo López.
De a poco Boca empezó a reaccionar. A los siete minutos Gaitán recibió de Riquelme y remató de derecha cruzado y afuera. En la jugada siguiente, el 10 de Boca metió otro pase en profundidad, esta vez para Insúa, que la picó por arriba de Montoya pero Domínguez la sacó de cabeza en la línea.
A los 19‹ llegó el empate de Boca mediante un excelente remate de Riquelme desde afuera del área. Recibió en tres cuartos de cancha, eludió a Razzotti y disparó desde la medialuna al ángulo superior izquierdo de Montoya.
Boca siguió insistiendo y a los 28 Palermo hizo un gol increíble. Cabeceó apenas pasando el círculo central, Montoya había salido a despejar afuera del área y la pelota fue justo a la posición del goleador de Boca, que de primera buscó el arco con un violento frentazo para que la pelota muera en la red y así darle la victoria al equipo de Basile.
Con este triunfo Boca vuelve a la victoria después de cuatro fechas, suma ocho puntos y quedó a ocho de la punta. Mientras que Vélez perdió la posibilidad de ser el único líder y quedó a dos puntos Estudiantes, el puntero, que suma 16.
MARTIN PALERMO
Si algo le faltaba, erahacer un gol de cabeza de media cancha
Buenos Aires, octubre (DyN) - Martín Palermo ya sabía lo que era disfrutar un gol de media cancha, pero ayer, ante Vélez Sarsfield consiguió lo que pocos, quebrar el arco rival desde esa distancia pero con un cabezazo.
Palermo tiene goles de todo tipo en sus más de doscientas conquistas en Boca Juniors. Uno de los más recordados es el que en el torneo Clausura del 2007 le marcó a Oscar Ustari, de Independiente, desde la mitad de cancha, claro con el pie, en un partido que Boca ganó 3-1.
Pasaron poco más de dos años para que Palermo vuelva a sorprender con un gol que quedará en el recuerdo.
Germán Montoya, el arquero de Vélez, rechazó con los pies y Palermo, en lugar de pararla y rematar ante el guardavallas adelantado, directamente cabeceó al arco y la pelota ingresó limpia, de emboquillada. Encima le dio el tan necesario triunfo a Boca contra el último campeón y ante su verdugo en la reciente Copa Sudamericana. El abrazo del entrenador, Alfio Basile, dejó de estar en la cuerda floja gracias a ese gol salvador y el abrazo entre el técnico y Palermo sobre el final graficó la celebración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario